India. Fundación Isabel Martín.
Desde que se fundó hace cuatro años la Cooperativa de Crédito «Adelaide women’s credit society» de Vaijapur (Maharashtra, India), un total de 1.263 mujeres se han unido a ella como socias. Gracias al acceso a sus créditos, muchas de ellas han podido emprender y vuelan solas, sin necesidad del apoyo de la Fundación Isabel Martín, que solo les dio el primer empujón en el momento de su creación.
En este tiempo la sociedad de crédito, proyecto de la ONG Nirmala Institute, gestionada por DHM (Daughters of the Heart of Mary), ha concedido préstamos a más de 700 mujeres para que puedan tener sus propios medios de vida. Pero esta cooperativa va mucho más allá. Y es que, entendiendo el contexto social, económico y político de la comunidad, han desarrollado estrategias que están cambiando la vida de muchas familias:
✓ Han creado el llamado «Depósito Recurrente» de educación, matrimonio y ahorro con el que consiguen que sus hijos e hijas puedan optar a una educación superior.
✓ También han iniciado el «Depósito Fijo» con el que ahorrar su dinero, obtener altas tasas de interés y tener financiación instantánea para sus propósitos.
Uno de los aspectos más destacados de «Adelaide Credit Society» es que las personas que solicitan el préstamo reciben capacitación en aspectos del tipo social, político, económico, ecología, medios de vida, espíritu empresarial, etc. Con todo ello, familias enteras han conseguido generar actividades que les proporcionan ingresos, tales como la cría de cabras, vacas o aves de corral, pequeños negocios como salones de belleza, tiendas de provisiones, etc.
Mangal Adhikar, miembro de la cooperativa, nos ha contado su propia experiencia:
Mangal Adhikar «Tengo mi propia tienda de ropa en el pueblo gracias a que conseguí un préstamo de la cooperativa y pude empezar a trabajar enseguida. Llevo con la tienda varios años y estoy muy feliz».
Sin duda una historia en primera persona de mujeres que inspiran a otras personas, que generan empleo, que contribuyen a la economía local y que se demuestran a sí mismas y a la sociedad que un mundo más justo sí es posible.